El otro día os hablaba de unas luces a final del túnel, pero hay veces que nos parece que se apagan. Hay varias cosas que nos tienen un poco mosqueados y nos inducen a pensar que algo va mal. Os cuento:
La machacadora
Ya la conocéis porque le dediqué un post. Deberían haberla quitado hace meses. Cuando menos, debería estar precintada. Pero nada de esto ha ocurrido. Es verdad que no está trabajando. Pero ¿os imagináis como sería la cosa si fuera uno de nuestros coches el que estuviera mal aparcado? ¿Qué sentido tiene para la empresa tenerla ahí parada? ¿No será que Mármoles del Baztán y Durruty saben de antemano que no van a necesitar retirarla porque van a conseguir su objetivos?
El artículo
También os hablé de él en un post anterior. Diario de Navarra el 14 de junio publicó un escrito que más parecía un encargo del Gobierno para influir en la opinión publica y justificar lo inaceptable (el destrozo de un patrimonio cultural importantísimo) que un artículo periodístico.
Nuestro patrimonio.
Lo ha reconocido el mismísimo Gobierno de Navarra y salió en prensa, concretamente en El Diario de Noticias, el pasado 3 de junio. Se han hecho nuevos descubrimientos en las cuevas. Extraoficialmente sabemos que son de tal magnitud que no ofrecen ninguna duda: la cantera debe dejar de trabajar inmediatamente. Se supone que a estas alturas ya deberíamos saber de que se trata, pero nadie dice nada. ¿Por qué tanto silencio? ¿No quieren que nadie sepa lo que esconden nuestras cuevas? ¿Acaso esperan que se destroce todo antes de que llegue a oídos de la opinión pública porque están empeñados en satisfacer, sí o sí, todos los deseos de los propietarios de la cantera?
Ya nos imaginamos lo que dirían entonces: ha sido un accidente imprevisible, se cumplía la legalidad estrictamente...
Nuestro patrimonio.
Lo ha reconocido el mismísimo Gobierno de Navarra y salió en prensa, concretamente en El Diario de Noticias, el pasado 3 de junio. Se han hecho nuevos descubrimientos en las cuevas. Extraoficialmente sabemos que son de tal magnitud que no ofrecen ninguna duda: la cantera debe dejar de trabajar inmediatamente. Se supone que a estas alturas ya deberíamos saber de que se trata, pero nadie dice nada. ¿Por qué tanto silencio? ¿No quieren que nadie sepa lo que esconden nuestras cuevas? ¿Acaso esperan que se destroce todo antes de que llegue a oídos de la opinión pública porque están empeñados en satisfacer, sí o sí, todos los deseos de los propietarios de la cantera?
Ya nos imaginamos lo que dirían entonces: ha sido un accidente imprevisible, se cumplía la legalidad estrictamente...
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